martes, 20 de diciembre de 2011

Me sorprendió el silencio


Me sorprendió el silencio
de tu mano,
emergiendo del fuego
en mis entrañas,
sin el rubor doliente
de la sangre.
Me sorprendió la calma
del naufragio,
en la certeza gris
de la noche más turbia,
cuando aullaban los peces
acorralando al lobo
y la manta tiraba
de si misma,
dejando al descubierto
cristales imposibles
con el filo curvado
de un alfanje.
Por qué mentiste entonces,
cuando hubiera servido
un mensaje sin texto
desde el ángulo ajeno
de las cosas.
Y tu ya lo sabías, dolor,
y tu ya lo sabías.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Cuentos de amaneceres


Anuncia el humo vítreo
el lapso que precede
a la noche sin luna.
La oscuridad esquiva
huye de tu relámpago
y diluye su esencia
el tacto de mis dedos.

Es nieve azucarada,
espuma entre las rocas,
sutil golpe de flecha
en la coraza gris de los jinetes.

El dardo incandescente
se oculta allí en su dársena.
Tus manos níveas barruntan otro tiempo
se aprestan a enjugar
el incesante llanto de los árboles.
Gotas de oscuridad
tiñen este gabán reciente de la noche.

Se hace tarde,
tarde para la luna insomne
que no encuentra el momento
de ser fiel a su órbita,
tarde para creer cuentos de amaneceres,
tarde para aguardar
la respuesta esperada.

Quedó en nada la amenaza de bomba,
el parto de la tierra,
y otra hambruna en el cuerno de África
nos cruzó de puntillas.
Llueve al fin en Madrid,
como acaba ocurriendo
desde que uso razón,
tal vez fue por efecto
de la corriente cálida
que erotiza el Atlántico.


Más no todo está escrito.
De pronto la eclosión,
la halitósica sombra
de besos fumarolas
dulces como el azufre.

Los Krakatoas del Hierro
burlan a sus captores.
Esta Tierra promiscua
se amanceba en los brazos
de Poseidón eterno,
de Hefesto el irascible,
del azar y la ciencia.

El desalmado tiempo,
ebrio de soledades
colisionó con tánatos,
y la ecuación perfecta :
E igual a m c dos,
dejó de ser entonces
templo de idolatrías.
No acepto la traición
de neutrinos bastardos

Este es así el dolor,
ésta es mi angustia.
Llueve al fin en Madrid,
el resto es insensato.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Otoño mágico

Llueve sobre mojado,
la memoria es frágil
y claudica ante
lo inadvertido
con el estupor de la belleza.

( Fotografías tomadas por el autor en el monte del Pardo el 27 de noviembre de 2011 )


















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miércoles, 23 de noviembre de 2011

Caricatura, con permiso de Don José Zorrilla



“ ¿ No es verdad ángel de amor
que en esta apartada orilla
más clara la luna brilla
y se respira mejor ?”

Grande es señora el dolor
que me produce esta silla
mejor hinco la rodilla
y os muestro así mi fervor.

Don Juan ese mal olor
que llega a mi naricilla,
perdonadme la apostilla,
¿ no percibís el hedor ?

¿ Qué decís ? Doña Leonor,
huy perdonadme Inesilla,
es el aire de Sevilla
y sus jazmines en flor.

Apesta, eso si, el rumor
del populacho cotilla,
Vive Dios que esa cuadrilla
me pilla de buen humor.


Por vos he de ser pintor
y plasmar la maravilla
de esa pálida mejilla,
dadme un beso redentor.


(Ella le besa castamente )

Y ahora os ruego mi señor
que abandonéis esta villa
partid rumbo hacia Castilla
que a mi me falta un hervor.

-Id con Dios Don Juan Alfonso

-y vos Inés Cayetana quedad con Él.

( Ella entra en el cementerio y se encamina lentamente hacia su panteón acompañada de una cohorte de almas en pena cargadas de micrófonos ).

Cae el telón.

martes, 22 de noviembre de 2011

A un 17 de Noviembre


Yo fui pastor de nubes
en mi afán de encontrarte.
Te busqué entre cirros y estratos,
entre nimbos y cúmulos,
pero no hallé tu rostro.
Más no he de renunciar,
dedicaré Noviembre
a preguntar al viento
dónde reflejará hoy,
mi estanque,
tu farola.

jueves, 13 de octubre de 2011

Trazo


Trazo infinitas rectas
por un punto
y aún existe lugar
para otras muchas.
Solo es imposible
el intento omitido,
el miedo/yo
al futuro imperfecto,
que sobrevuela
la sombra en la catástrofe.

Libre de todo orden
que cercene
la mano/libertad
y la mirada,
el rígido danzar
con pesadumbre
del tiempo y sus acólitos,
el vientre de la noche
acabará alumbrando
tus palabras.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Equinoccio


Penetra, muy despacio,
el singular perfume de tus ojos
y ya nada es igual a sí mismo.
Las hojas se aferran
a sus peciolos débiles
a refugio del viento encanecido
y baña mis orillas
el equinoccio añil de tu recuerdo.
Intento seguir tras los pasos de la memoria
pero todo es distinto.
Con la frente bien alta
y el verbo malherido
me encaro con mi orgullo.
Puedo ver su desprecio,
alarga la zancada
y se cambia de acera.
Despierto con el otoño
acostado a mis pies.
Echo un trago de lágrimas,
me esperan otros pasos.

lunes, 26 de septiembre de 2011


Cuánto pesa la luz
que filtran las rendijas,
cuánto miden las faldas
del silencio,
cuándo puedo quejarme
sin pecar de impaciencia.

Cuándo un “no te preocupes”
debe quitarme el sueño,
o cuándo interrogación
o cuando adverbio.

Son tantas las preguntas
que se quedan
a un paso,
dudando en el zaguán.

Las tardes alargan, poco a poco,
tus rectilíneas formas,
sueltan lastre de luz.
Es la señal.
Siempre queda un resquicio
para lo sorprendente,
pero confieso
que no esperaba a Einstein
en la cola del paro.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Tu brillo y mi ceguera


De nuevo, como siempre,
incides en el ángulo
donde sabes convergen
tu brillo y mi ceguera.

Los sentimientos brotan
con aire derrotado,
y lamento los soles
que fueron mi guarida.
Lágrimas sin prospecto,
inundando de ocres
el armario sin llave
donde guardo
las almas del otoño.

Un mensaje diáfano
me llega de otro tiempo,
lo remiten las sombras,
el fugitivo cénit,
los silencios,
las golondrinas huéspedes
de los mismos aleros.

Ellas no sufren
del mal de la certeza.
La angustia de ignorar
si será eternidad
cuando oscurezca.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Tránsito impar


Despierto en los infiernos
de camelias azules
y malvaviscos cian
como olas insípidas.
El cha cha cha
surge del fondo
de mi cuello con fe
desmemoriada.
Recuerdo el tempo
y la medida,
danzad, danzad,
caderas, piernas, brazos.
El alma encaja
en cualquier sitio
con tal de quedar libre.

Barruntan el otoño
las nubes madreperla
que no escuchan al viento
en su tránsito impar
hacia mi oriente.
Me recuesto en los confines
del perro que lame
mis heridas de siempre,
aún sangran verbos.
Luego te dibujo otra vez,
quizá la última.

martes, 2 de agosto de 2011

Veranito


Agosto, agosto,
detente,
piénsalo primero
y habla,
cuenta el por qué
de la furia
que derramas
cuando avanzas.
Por qué arrasas
las ciudades
con un rencor
ignorado,
por qué matas
las palmeras,
anegas el suburbano,
por qué mes de vacaciones,
te conviertes en azote
de miles de ciudadanos
que no esperaban de ti
esta hecatombe de rayos,
Cuenta el por qué
de tu enfado.
¿ Cómo dices poderoso ?
¿ Que son los diminutivos
causa del desaguisado ?
Que son esos botarates
que llaman playita a playa,
cervecita a una cerveza
veranito al rey verano,
que te irrita
que se expresen
achicando los sintagmas.
Entonces señor Agosto
dejad que sume mi lanza
a la cruzada imperiosa
contra el mal de la bobada.
Déjadme ser escudero,
o uno más de las mesnadas
y expulsemos lo melifluo
de nuestras grandiosas playas.
Y así Agosto será Agosto
con los rigores de siempre,
las terrazas al completo
y sus noches toledanas.

jueves, 28 de julio de 2011

Tritón


Sopla inmoderado
un secano levante,
precede a su llegada
el fruto de los cráteres.

Riza las crestas albas
Tritón al levantarse
y sacude los mares
con su barba de sal
y resacas sin cuento.

Esta mar mareada
induce a equivocarse,
Baco no estuvo aqui,
desconfía de las aguas,
son nido de catástrofes.

Dicen que fue la Luna
quien atrajo hacia si
el alma del océano.
Tal vez tengan razón
quienes la tienen.

jueves, 23 de junio de 2011

Lápiz y pincel

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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jueves, 16 de junio de 2011

Cien lágrimas

Cien lágrimas
anegaron los jazmines de hule
con el falso rubor
de los enigmas.

Un poema bomba,
matasellos de Orión,
dispersó las entrañas
de los cautos,
que olvidaron, esta vez,
blindar el miedo.

Detrás de mi
el crujido estrepitoso
de las armas
y sus himnos de muerte.

La sangre amedrentada
escogía obviar los bordes
de la herida.
¿ Para qué las palabras ?
¿ Para qué los anhelos ?
¿ Para qué el amor ?

No necesito más
el aire irrespirable
del batracio
y prefiero Valente a valentía.

viernes, 22 de abril de 2011

Es difícil


Es difícil
acallar el silencio
cuando es tan evidente,
juzgar la inmensidad
sin moverse un centímetro
y creer que habrá futuro
al final de la calle.

Amarga la razón
inmune a las razones
y vulnera la lógica
que paraliza el alma
como la mordedura
del áspid de la culpa.

No se encuentra consuelo
en la mano tendida, en el abrazo,
en el más breve roce
de otra piel,
ni en el gesto forzado
de los besos.

Es difícil ,incluso,
escribir una línea
sin pretensión de nada,
espirar las volutas del fracaso
y escuchar el latido
de un corazón sin ganas.

Hoy persigo una meta,
sus rasgos de utopía
la hacen inasequible
a ojos de los mortales.

Alcanzaré el dilema,
el tragaluz del cosmos,
sin dar un solo paso.