martes, 16 de abril de 2013

me hiere


Me hiere el amarillo
que atraviesa la virginal oscuridad
en que me ahogo
como pez en el agua.
En ese último confín de tus miserias,
donde nunca estaré,
la utopía es hija del cansancio
y del más taciturno aburrimiento.
Me cubre este sudario al final del arco iris,
incapaz de contener la primavera.
que no se atiene al pacto equinoccial.
Me azotan colores, pájaros, insectos,
gorjeos y pétalos de amor, recién caídos.
Es insensato oponerse a la alegría
de un tiempo  que no piensa en ella.
Y así pétreo me quedo una vez más ,
náufrago de soledades,
de tu argumento  inverso y de mis lágrimas.


Paco Montesinos ,10 de abril de 2013.

Esta luz estridente


Esta luz estridente
que lame las heridas
del derrotado invierno,
tal vez sea la señal,la evidencia palpable
del cambio de las cosas.

La nieve maquis
resistirá en las cumbres
hasta que junio asalte su blancura
con fuego a mediodía
y su cadáver líquido brinque por los regatos
del arroyo como un salmo de agua.

Esta luz que desdeña
la duda en quienes dudan,
el miedo en quienes temen,
el odio del que odia.

Esta luz que me abraza y me ayuda a salir
del laberinto unívoco de la noche ya inerte.
Esta luz, a cuyos pies me postro.

 Paco Montesinos    15 de Abril de 2013

sábado, 9 de febrero de 2013

Te juzgué

Te juzgué por defecto
en la extraña medida
en que fuiste mi luz,
a un paso de gigante
de quien ya no era yo.

Solo algunas metástasis
mantenían encendido
el rito y la liturgia,
mas no renuncié a ti
desde ese infierno.

Las noches se acortaban
y las últimas nieves
sepultaron de gris mi calavera,
me quedaba aún el tiempo
de no jugarme el tuyo.

Despiértame con dardos
y caricias de agua
pues me aburre la muerte
tanto como la ausencia
más breve de tus labios.

Regresarán los versos y los besos
al trono del arcángel,
esa es mi parte.
Tu,escribe otro final para el Parnaso.

Disculpad la tardanza

Disculpadme , os lo ruego. Nunca hubiera pensado que mi ombligo era tan grande y que me llevaría tanto tiempo recorrerlo con la mirada. Es posible también que me haya quedado profundamente dormido durante la minuciosa observación de mi yo, seguramente era poco interesante la empresa. En cualquier caso no hay más excusas, os debo y me debo un tiempo que no dejaré sea paasto de la apatía.