martes, 9 de octubre de 2012

Olvido





Llegaste una vez más
sin despertar a nadie,
de algazaras vacío,
en el silencio estricto
de monacales claustros.
Pero yo te presiento
aunque a verte no alcance,
tu estigma me traspasa
como al limo de excusas
ante el llanto de nubes
que con violencia agitan
la quietud del estanque.
El viento gris del céfiro
y las columnas pétreas
sabían de tu llegada.
Te doy la bienvenida
a pesar de que alojes
tu daga en mis costuras.
Ahora descansa otoño
antes de enjalbegar
con pigmentos de fuego
la luz con que nos miras.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Desde aquí, en la otra orilla, donde no habrá confines ni juegos de palabras, partirá mi viaje. Consignaré el destino en tules de ceniza y un dardo de alas fuertes me llevará hasta el límite de tus labios escépticos. Llegaré antes que el sol a tu pecho de arena y avivaré el rescoldo en el mismo lugar donde el tiempo paró a esperar otro tiempo.

viernes, 3 de agosto de 2012

Quédate

Una luz débil impregna los objetos y los convierte en armas. Bruscamente en su lentitud, la consciencia toma asiento y vuelvo sobre mis pasos. No aprendí a distinguir el alma de los días. Olvidé los secretos, bebí la rabia de un trago y saltó por los aires la máquina del tiempo. La esperanza es tan solo el bálsamo de los cobardes. Quédate, yo soy uno de elos Déjame contar diez años con la blancura inmensa de tus dedos

domingo, 10 de junio de 2012

Tu mano

Tu mano fría, perfectamente sola entre mis dedos incapaces de darte una respuesta. Tu mano se aferraba a la única verdad, al tiempo de la espera, lo demás era obvio. Tu mano como boca, garganta entre dos almas. Tu mano ya tan débil gris y desdibujada se alejó de la mia. Imaginé un rictus de extraña quietud y no acerté a llorar en tu ausente presencia

lunes, 23 de abril de 2012

Respuesta electrónica a un email de felicitación por el Día del Libro que me envió mi amiga Cristina Cocca

Muchas gracias Cristina, me estoy volviendo un rancio y empiezo a aborrecer los " día de... " y te preguntarás la razón de mi actitud, pues es algo tan sencillo como que yo voy muy despacio y la vida pasa silbando a una velocidad inverosímil sobre mi cabeza. Me paso el tiempo esquivando proyectiles rotulados como Día del Libro, Día de la Madre, Día de la Tierra, Día del Parkinson, Día del Espasmo de Laringe, Día del Niño, Día de la Mujer ( antes trabajadora, ahora han admitido también a las vagas ) Día del Cancer, Día del Trasplantado, Día de la Música,Día de la Banderita... tu eres rojaaaaaaaaaaa, banderita tu eres... Día de la Expropiación de Repsol, Día sin coches,Día de la Poesía (... me gusta que te ausentes porque es cuando te callas... )Día de la marmota, cumpleaños de mis sobrinos, de mi padre, de mis hijos, aniversarios múltiples, cumpleaños de Cristina Fernández y claro , al final, se me concatena el hemistiquio y caigo sofronizado. Sin embargo, no soy un desagradecido a pesar de que me ha costado ocho intentos escribir sin faltas la palabra desagradecido, pues mis dedos y las teclas están seriamente enfrentados, y me alegro de que te hayas acordado de mi en el Día del Libro ( por cierto San Jorge se cargó al dragón y aquí nadie ha abierto la boca al respecto ). Un beso Paco Montesinos

domingo, 11 de marzo de 2012

La brevedad del ojo


La ínfima soledad
donde sobrevivimos
baila insegura sobre
las flores del vértigo.
El pensamiento es uno
como los dígitos
de un divisor común.
Todo es su propia réplica.
Nunca nos quedará París,
hace tiempo que fue
pasto de los fauvistas.
No existe ciudad eterna,
solo el panteón de hombres mediocres,
Venecia ahora es Atlántida,
Nueva York es Bilbao
y en el puerto de Itaca
embarcan tricotosas
supervivientes de Matesa.
Penélope canjeó
la virilidad de Ulises
por un frasco pequeño
de polvo de cuerno.
Los poetas se extinguieron
a mediados de siglo
a causa de la tala abusiva
del bosque de metáforas.
Vivir no será gratis.
Entre la desdicha
y cualquier eternidad
media el abismo
y no pisaré fuera
de tus flechas.

sábado, 25 de febrero de 2012

La soledad del algoritmo


En el jardín
los gatos devanan
un ovillo de niebla.
Dentro es de noche,
y nadie hay capaz
de escribir lo contrario.

Puedo sentir el hueco
que horadaste
en mis horas de lluvia,
el desdén de los pájaros
y el orden agobiante
de las cruces de Arlington.

Tal vez llegaré a tiempo
antes de renunciar
al síntoma inequívoco del ansia.
Tal vez o tal vez no,
tus labios sean esquivos,
tu cabello un final,
tu misma, irrealidad
tu misma, un sueño.

lunes, 13 de febrero de 2012

Ofensiva del color


Otra vez muy cerca,
el tacto agazapado
tras las pupilas ínfimas
de esta noche sin calma.
Es el estruendo feroz
de los pinceles
quien toma la colina.
La ráfaga de blancos
silba sobre mi cuerpo,
el negro tabletea
atacando los lienzos,
los ocres y los rojos
aguardan su minuto
entre las sombras
y la sal de la tierra,
como escribiera Alberto,
se bate en retirada
tras la línea de puntos.
Es el fin o el principio,
de otro tiempo que insiste
en la memoria atávica
donde habitan mis pasos.

martes, 7 de febrero de 2012

A Antoni Tàpies


Ni una palabra más
se asomará a mis labios
mientras perdure el luto
de los lienzos.
No haré excepciones.
Empuñaré el fusil del homenaje,
calados los volúmenes,
por munición sus manos.
Vaciaré el cargador del arco iris
en el negro rotundo,
en la arpillera,
en el blanco sutil y terracota.
Su talento de arena
me infunde este valor.
Asaltaré los nidos de la muerte
a pecho descubierto,
pues nada he de perder,
tan solo el miedo.

viernes, 3 de febrero de 2012

lunes, 30 de enero de 2012

Prelación



Me dispuse a firmar con rutinaria atención los documentos que el pasante había colocado sobre la mesa de mi despacho. “Buenos días a todos. Antonio ¿ está preparado el poder de Urquiola ?”Cogí un taxi. Cuando cruzaba el portal eran las nueve. Me preparé un Nespresso. Aparte de Yvone, entregada a sus tareas, no quedaba nadie en casa. Salí de la ducha y escuché los mensajes. La alarma de mi Blackberry me despertó con un leve sobresalto. El orden es la represión castradora de la creación…fue lo último que leí antes de caer dormido.

jueves, 19 de enero de 2012

El viento


El viento, el viento y la memoria
giraban abrazados
sobre zancos de hielo.
En el confín de un sueño
echaron sus redes,
con precisión, los sabios
pero nadie de entre los peces
quiso hacerse a la mar.
La realidad se incomodó
tras el llanto de los débiles.
Cuando no lo esperaba
una gota se acurrucó
en mi rostro y me dijo:
No temáis, él arrasará
el veneno sutil
que os devora las branquias
y reinará después
entre dos calendarios.
Honradle pues nunca os abandonó.

Respira hondo, si es que estás vivo,
hoy aún lo permiten.