jueves, 1 de septiembre de 2011

Tránsito impar


Despierto en los infiernos
de camelias azules
y malvaviscos cian
como olas insípidas.
El cha cha cha
surge del fondo
de mi cuello con fe
desmemoriada.
Recuerdo el tempo
y la medida,
danzad, danzad,
caderas, piernas, brazos.
El alma encaja
en cualquier sitio
con tal de quedar libre.

Barruntan el otoño
las nubes madreperla
que no escuchan al viento
en su tránsito impar
hacia mi oriente.
Me recuesto en los confines
del perro que lame
mis heridas de siempre,
aún sangran verbos.
Luego te dibujo otra vez,
quizá la última.

1 comentario:

carmen fabre dijo...

El alma encaja en cualquier sitio... en tu poesía... siempre¡¡ Gracias.