Con apenas
un todo de ignorancia,
las palabras justas
en mi lecho callado,
ascendí a lo profundo,
bajé a las cumbres,
deshice la certeza,
compré un collar de nadas
y cuadré el círculo.
¿Qué no haría yo ?
insisto
¿Qué no haría
por la asombrosa luz
de tu atalaya ?
1 comentario:
Desde luego la levedad del ser con todo su contundente tonelaje, hace que los acorazados japoneses parezcan chalupas de paseo del Retiro
pedro
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