domingo, 11 de marzo de 2012

La brevedad del ojo


La ínfima soledad
donde sobrevivimos
baila insegura sobre
las flores del vértigo.
El pensamiento es uno
como los dígitos
de un divisor común.
Todo es su propia réplica.
Nunca nos quedará París,
hace tiempo que fue
pasto de los fauvistas.
No existe ciudad eterna,
solo el panteón de hombres mediocres,
Venecia ahora es Atlántida,
Nueva York es Bilbao
y en el puerto de Itaca
embarcan tricotosas
supervivientes de Matesa.
Penélope canjeó
la virilidad de Ulises
por un frasco pequeño
de polvo de cuerno.
Los poetas se extinguieron
a mediados de siglo
a causa de la tala abusiva
del bosque de metáforas.
Vivir no será gratis.
Entre la desdicha
y cualquier eternidad
media el abismo
y no pisaré fuera
de tus flechas.

2 comentarios:

carmen fabre dijo...

Gracias Paco.. un abrazo

loboestepario dijo...

QUEDA PATENTE SU MAESTRÍA A LA HORA DE ALIÑAR TAN VARIOPINTA MACCEDONIA.
MAGNIFICO CONDUMIO EL SUYO.
pedro