lunes, 8 de diciembre de 2008


Llueve,
sobre la lluvia blanca
y las lunas de invierno.

Llueve,
despacio,
en la fusta del viento
que doblega mis manos.

Llueve,
y ya no queda más
que una palabra.

1 comentario:

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

aprovecha esa "palbra" es creación
besos y amor
je