martes, 4 de septiembre de 2018




El entramado icónico
que dibuja el vuelo
de las aves,
me sitúa en el punto
del tiempo
en que me hallo.

No es ayer, ni mañana,
ni después ni entonces,
es tan solo ahora
lo que existe.

Pero si digo calma
no la invoco,
ni olvido su insistencia
en desbordarme.

Ingrato soy a su bondad tremenda,
sin restricción alguna y sin reparos.
Ella me ha traído aquí,
a este país de sombras, libélulas y agua,
a este reino secreto donde la garza,
en circular ascenso
hacia las cúpulas
despierta los sentidos de los árboles
sin un techo capaz de cobijarlos
a menos de dos galaxias de este cielo.

El ser nunca es cuestión de tiempo,
enardecida calma que me llevas.

Paco Montesinos 4 /9/2018






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