lunes, 10 de agosto de 2015

Allí donde la luz era memoria







Aún conservo
allí donde la luz
era memoria,
una brizna de tu recuerdo gris
pulverulento,
azul y devastado.

Tu rostro inolvidable
busqué ayer, entre la maleza
de mis áxones
a golpe de escalpelo.                                                               

Un día entero,
con  todas sus noches
para encontrar un rastro
en el desierto inmóvil,
que es atmósfera,
y me inhala por branquias,
mientras  mi yo zahorí
se obstina en volver agua
los granos infinitos
de esta sílice.

Mas solo encuentro tu rostro
iridiscente en gotas de rocío,
no conservo nombre
o dato alguno,
que justifique el por qué
de tu insistencia
en quedarte a compartir
esta flaqueza que el tiempo
me demanda,
se venga así de astucias dilatorias
en versos blancos
y una mar arbolada
de silencios
hace encallar tu piel
en mis rompientes.

                                  Paco Montesinos 10/08/2015




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