miércoles, 12 de noviembre de 2014

A Alejandro Torres










           A Alejandro Torres                                         

               “ No hay extensión más grande que mi herida ”
                                                      Miguel Hernández

Te sorprendió esa bala,
 esa maldita bala
de trayectoria errónea,
entre el fuego cruzado del destino.
Dicen que estaría escrito,
pero allí, entre mis brazos lívidos,
no había ningún profeta.
Tan solo brotaba a borbotones
tu coraje.
Quisiste  avanzar
hacia otros siempres,
de luces estancadas
entre verbos de plata,
más allá del valor
del que adolece
la injusta circunstancia
de tu presente hostil
erizado de noches.
No hay extensión más grande que mi herida
tan solo tu esperanza
sin obviar ni un instante
el rictus del desgarro,
tu humanidad inmensa,
que a pesar de las sombras
conviertes en castillo
de torres bien esbeltas
donde estamos a salvo,
pues nada en ti hay ajeno
a la estrella polar
donde ordeno mis pasos.










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