martes, 5 de octubre de 2010

Poema al otoño, una vez más como todos los otoños


Este otoño
que me atañe,
vestido de gris retoña
y por mucho que me empeñe
en obviar su lado ñoño,
siembra el alma de ponzoña.
Este otoño
que me araña
y que causó mi despeño
al tropezar con un leño
recorriendo su aledaño.
Este otoño
ocre y castaño
que en julio parece un sueño
y en octubre cierra el puño,
del proletario, su dueño.
Este otoño
de este año
no es el otoño de antaño,
vocablo que en un bargueño,
bien sellado con estaño,
malvive cual extremeño
en las Hurdes ermitaño.
La coalición con hogaño,
aunque partido pequeño,
si consigue un solo escaño
le frunce a Alejandro el ceño.
Este otoño
cuya eñe
no tiene ni don ni doña
y al inglés es tan extraña
a pesar de hacerle daño.
Este otoño
que me atañe,
este otoño
es otro otoño,
el otoño
de este año.

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