Un estruendo de olas
enmudecía las almas
en columnas
con el criterio firme
de su poder omnímodo.
La niebla mientras tanto
jugaba al escondite
en los espejos tiernos
donde el sabor se guarda.
Navegué en los bajeles
buscando tierra firme
y encontré el paraíso
pero no tenía puertas
antes de caer, estrépito,
al mismo suelo
del que hace muchos años
se aventuró en su intento.
El clamor de los pájaros
no hacía vibrar el aire
Era otro signo más
de soledad o de huida.
La muerte,
condición necesaria
para amar sensu estricto,
no dijo una palabra.
Dadas estas premisas
¿puede alguien definir
la edad del tiempo ?
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