Yo fui pastor de nubes en mi afán de encontrarte. Te busqué entre cirros y estratos, entre nimbos y cúmulos, pero no hallé tu rostro. Más no he de renunciar, dedicaré Noviembre a preguntar al viento dónde reflejará hoy, mi estanque, tu farola.
Las palabras siempre son bienvenidas, son una riqueza en la boca de quien las pronuncia, si son como las que hay en tu blog nunca llegan a destiempo, en cualquier momento te enriquecen. Un abrazo PILAR
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Las palabras siempre son bienvenidas, son una riqueza en la boca de quien las pronuncia, si son como las que hay en tu blog nunca llegan a destiempo, en cualquier momento te enriquecen.
Un abrazo PILAR
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