El mar le viene justo
a este océano desmedido
que hilvana continentes
con la humildad del sabio.
Héroes y atlantes
emergen de un lecho
ajeno a toda luz
bendecido de sales
y propósitos.
El mar amamanta
hijos sin número
antes aún del alba
y de las nieblas
y deja oír su voz
sobre la sílice
que labraron
los siglos.
Vuelve a mi encuentro
océano,
para ser en ti, al fin,
el diezmo de los hombres.
Paco Montesinos
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